lunes, 17 de marzo de 2014

Aire, agua, comida.

¿Qué es lo que más necesitamos para vivir, lo imprescindible?
No es la tele, ni el coche, ni lo último en tecnología. Lo primero que necesitamos es aire, agua y comida.
Estas tres cosas son imprescindibles para seguir con vida y para tener salud. Por lo tanto deberán ser las primeras en ser cuidadas. En estos tiempos de prisas muchas veces no cuidamos de estas 3 cosas en favor de otras que aunque parezcan importantes o urgentes en el momento si las analizamos un momento vemos que no es así. Nos ofrecen productos hechos, rápidos, casi mágicos para que podamos cocinar en unos pocos minutos. Pero no nos dicen cuál es el precio que pagamos por ello. No nos dicen que los tomates tienen genes de pescado, por ejemplo.
Tal vez sea hora de tomarnos un momento y analizar qué es lo que metemos en nuestro cuerpo sin tener en cuenta lo que dicen los anuncios, porque tened esto muy claro, las compañías alimenticias sólo quieren vender más y tener muchos beneficios, no cuidarnos a nosotros. Ese es nuestro trabajo.

Y el trabajo empieza aquí:

El aire.
Lo que metemos en los pulmones es primordial. En lo posible evitar la contaminación, los espacios cerrados y sobre todo los cigarrillos.
Ventilando temprano por la mañana cogemos un aire menos contaminado y más lleno del oxígeno de los árboles (menos en primavera, por el polen).
Muchos ambientadores emiten sustancias tóxicas. Es mejor usar barillas de incienso hechas con productos naturales.
Es sano tener plantas en la casa para que limpien el aire y el ambiente. Hay diferentes especies de interior con distintas necesidades y capacidades de limpieza.
Es bueno ir al parque y estar lo más cerca posible de la naturaleza.

El agua.

¿Qué es lo que bebemos?
Las bebidas energéticas son malas para la salud, pura química que fuerza al organismo.
La Coca-Cola fue una bebida medicinal y yo la tomo sólo en ese sentido. Cuando estoy baja de azúcar y de energía. Una lata cada varios meses.
El café es estimulante así que apenas lo uso, el té también lo es pero en menor medida.
Hay que ser consciente de lo poco saludables que son la mayoría de bebidas comparadas con el agua.

El agua del grifo no es demasiado buena. Mi segunda opción fue el agua embotellada, que no es ecológica y que pasa demasiado tiempo embotellada y viene de lejos. La mejor opción que encontré sin recurrir a manantiales de agua pura es la jarra purificadora. Una jarra con un filtro que se cambia cada mes más o menos. Es muy sano y cómodo.
Es importante beber al menos litro y medio de agua al día. También cuentan las infusiones. Creo que el tema de las infusiones es muy importante. Hay muchas mezclas en venta, para dormir, digestivas, relajantes, etc.
Diferentes marcas tienen diferentes mezclas y algunas son más útiles para una u otra persona. También se pueden comprar las hierbas en herboristerías, eligiendo siempre las ecológicas. De esta forma uno se puede crear sus propias mezclas y disfrutar del antiguo arte de preparar un buen té.
Mi mezcla para la noche es 2 cucharillas de tila (relaja los nervios), 1 de manzanilla (digestiva) y 2 de pasiflora (relajante muscular). Esto en una tetera para dos. Así, mi hijo y yo nos relajamos antes de dormir y compartimos un momento juntos.

La comida.

Compro sobre todo productos ecológicos y del Comercio Justo.
He descubierto el placer de comprar en el mercado en lugar de ir a los supermercados. Sé que su horario es corto, hay que hacer más cola y lleva más tiempo. Pero la comida es indudablemente mejor y la experiencia es muy diferente. Nosotros fuimos a tres mercados en Coruña hasta encontrar el que más nos gusta, Plaza de Lugo. Tratamos de ir en un horario que no sea muy concurrido y disfrutamos mucho de la experiencia, de conversar y aprender de los puesteros que conocen sus productos, su procedencia y dan consejos de cocina y conservación.
Tenemos un par de panaderías para ir que son productores, no que calientan pan congelado como en el súper. Ese pan no vale nada. El pan es un alimento completo e importante y por tanto merece la pena buscar el mejor. Me gusta ver la trastienda de las panaderías, ver las máquinas y a los panaderos amasando. Entonces sé que lo que compro es fresco y bueno.
El azúcar. El blanco no vale de nada, sólo endulza. Yo prefiero el ecológico que aún conserva algunas vitaminas y el mejor es la Panela que no endulza tanto pero es más nutritiva.
Comprar así es un poco más caro, sí, pero hemos descubierto que al final sale rentable porque no necesitamos comer tanta cantidad de comida, ni necesitamos suplementos vitamínicos a la vez que enfermamos menos.

La comidas maravillosas que he descubierto estos meses:
Un queso tradicional casero que es gloria bendita.
Una miel de abejas salvajes que está de muerte. La miel es un alimento muy importante y la de comercialización no vale nada por lo que le hacen a las abejas.
El pan. En frente a la Plaza de Lugo hay una panadería en una esquina que tiene unos panes maravillosos. Pan de nueces, pan alemán, pan de molde que cortan en el momento y no tiene conservantes y pan de espelta. La espelta es cosa seria, y vale la pena. Las texturas. los sabores, las vitaminas que tienen estos panes son maravillosas.
La levadura fresca de panadería junto con la harina de panadería hacen muy buena pizza. Amasar es un placer para el fin de semana, con tiempo y con la colaboración de los niños se puede pasar muy bien.
Encontramos las mejores galletas en el Comercio Justo: de chocolate con anacardos y de cacao y azúcar de caña. No sólo son ricas sino que son muy digestivas.

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