martes, 29 de abril de 2014

Un lugar en la sociedad

Mi hijo tiene 18 y está cursando 1º de bachiller. Llevamos un tiempo pensando en qué podía hacer luego.  Es una decisión importante, algo que definirá años de su vida.

Llevo bastante tiempo pensando en esto, recordando lo que hicieron mis padres cuando yo tenía que tomar esa misma decisión.
No me dejaron tomarla. Eso me hizo daño y también me dolió que ni siquiera lo admitieran, decían siempre y a todos que yo había sido la que había decidido. Mentiras, manipulaciones, la rutina de costumbre. Me habían tenido totalmente protegida en una burbuja por mi seguridad y no conocía casi nada de la vida cuando llegó el momento de decidir No tenía las herramientas necesarias ni la madurez para afrontar lo que venía.

"Tienes que estudiar para llegar a ser alguien"

¿Y mientras que soy, una seta? ¿Una criatura medio hecha, inacabada? ¿Quasimodo?
Pero yo lo estaba entendiendo literalmente cuando ellos se referían a ser "alguien" en la sociedad, a un título, una carrera, un estatus, un puesto elevado en una gran empresa, un doctorado... Eso ni me lo planteaba porque son cosas que no tienen importancia para mí, son cosas irrelevantes que hasta pueden ser perjudiciales en el crecimiento interior de una persona.

"Tienes que tener una carrera, eso es muy importante para salir adelante en la vida"

"¿Qué va a ser de ti si no estudias?"

"Si no estudias acabarás limpiando baños"


Tenía muy buenas notas en el instituto y me gustaba aprender así que no era necesario tanto adoctrinamiento. Estaba dispuesta a ir a la universidad.
Hasta años más tarde no supe lo errados que estaban. Llegó la crisis y había ingenieros y arquitectos llevando taxis. Sus afirmaciones habían resultado equivocadas pero nunca lo admitieron. Esa era la forma en que veían el mundo y ya está.

"Tienes que estudiar una carrera con futuro"

"Tienes que estudiar algo que dé dinero, que sirva"

Supongo que estas frases completaban  las anteriores, para convencerse de que si eso que tomaban por la verdad no se cumplía, no era porque los estudios no fueran la clave, sino porque esas personas no habían estudiado lo correcto.
Así que todas las carreras que yo elegía y que en opinión de mis padres no tenían el futuro requerido eran descartadas y de mala manera. Les molestaba que siquiera las tomara en cuenta.

"Tú eres muy inteligente así que tienes que estudiar algo gordo"

"Con tu capacidad tienes que estudiar algo de 5 años por lo menos"

"Con tu inteligencia tienes que sacarte el doctorado en lo que elijas"

Y así las carreras cortas fueron descartadas.

"No puedes irte a estudiar fuera"

"¿Cómo vas a vivir en otra provincia?"

"Tienes que estudiar algo que se imparta aquí".

No era de extrañar ya que no me dejaban salir de noche o con gente que no conocieran o ir a fiestas, o tener novio. Lo que no era demasiado problema para mí por ser aspie, pero así era como no estaba preparada para el mundo.
A esas alturas comprendí que mi capacidad de elección de carrera se acercaba al cero así que hice una sola solicitud. Les pedí una carera en la que pudiera trabajar en algo en lo que no tuviera que tener tratos con la gente. Un trabajo que pudiera hacer yo sola, sin gente a mi alrededor.
Y quedamos en que fuera algo de informática. El ordenador y yo, me parecía estupendo.

"No sirve cualquier cosa, tenemos que mirar bien la carrera"

"No vas a ser técnico que eso lo hace cualquiera, tú, la licenciatura. Así después te puedes sacar el doctorado."

"Papá y yo ya fuimos a ver y encontramos la universidad a la que vas a ir"

Y así fue como acabé estudiando Licenciatura en Informática en el Centro de Altos Estudios en Ciencias Exactas. Una muy buena universidad privada.
No fue hasta el tercer año en que me dí cuenta de que cuando fuera "licenciada" no iba a trabajar con los ordenadores (eso lo haría el técnico, suertudo) sino que mi trabajo sería ir a las empresas a ver qué equipos y programas necesitaban y vendérselos. En mi futuro había trajes, zapatos de tacón, maquillaje, y reuniones de empresa. Prefería la muerte, literalmente.

"La carrera te permite trabajar en algo bueno que te va a dar dinero para hacer lo que quieras"

"Podrás ascender y ser la jefa y hacer lo que quieras"

Pero me pasaría 40 horas a la semana haciendo algo odioso, y al ascender tendrían que ser más horas, y ser jefa implicaba contacto humano no deseado. No encontraba el beneficio por ningún lado. No tiene sentido estudiar lo incorrecto para trabajar tantísimos años en algo odioso, por qué, ¿por dinero?, ¿porque te llamen "doctora"? ¿por el estatus? Pamplinas y burradas. Una persona adulta pasa la mayor parte de su vida en el trabajo así que es ahí donde tiene que disfrutar, no las pocas horas que pasa fuera, es de sentido común.
En conclusión:
No podía abandonar, no podía seguir, así que entré en crisis. La madre de todas las crisis.
Un año de terapia y me permitieron cambiar de carrera. El problema era que seguía siendo demasiado inteligente para ser un simple técnico. Tenía que embarcarme en otra carrera de ciencias de 5 años.
Y esa la elegí yo, claro... justo igual que la anterior.

Huelga decir que no pasé del primer año, todo fue un terrible desastre.

Y ahora tengo 44 años y es el turno de mi hijo. Y ya hay una crisis, paro... al menos aprendí lo suficiente de la vida para no venderle la moto de que tiene que estudiar y tener una carrera.
No creo en sacrificar el presente por un futuro incierto.
Yo he tenido trabajos en los que lo he pasado mejor y otros en los que lo he pasado peor, soy realista en ese aspecto, pero hay un dato clave: no estudié 5 años para hacer esos trabajos, y siempre supe que serían por poco tiempo, cumpliría el contrato y después a ver. He hecho muchas cosas y he aprendido algo de todas ellas, eso es mucho mejor que haber hecho sólo una durante muchos años porque eso te endurece, te impide crecer por dentro y tu mente sólo sigue determinados surcos de pensamiento en lugar de ser flexible y adaptable. Llegas a creer que tu entorno es lo único que existe, es la "sociedad", la "gente, la "realidad" y quedas ciego y sordo a todo el resto de cosas que existen porque no sales de tu área de confort.

Con mi hijo coincidimos en que el bachiller es importante pero a partir de allí se verá. Aún barajamos alternativas. Lo que intento es que vea distintos trabajos, distintas formas de vida para que sea él quien elija y que tenga los medios para hacerlo. Y si se equivoca, que puede pasar, pues se cambia y tan tranquilos. Por lo pronto no quiere ir a la universidad, está cansado de estudiar, pues bueno, bien. Mis padres no podían aceptar que yo no tuviera un título porque en cierta forma vivían a través mío, porque en cierta forma yo era una propiedad y cuanto más titulada, más valiosa.
Pero mi hijo no es mi propiedad, ni una extensión de mí, ni su estatus subirá el mío ni ninguna de esas chorradas NTs. Es una persona con pleno derecho sobre su propia vida y todo lo que puedo hacer por él es caminar a su lado, respetarlo como el adulto que es y aconsejarlo (No manipularlo).





domingo, 13 de abril de 2014

Miedo, frustración, sufrimiento

Los aspies crecemos con padres a los que no les molestan los ruidos que a nosotros nos vuelven locos, no les duelen los ojos con las luces, no se les revuelve el estómago con los olores.
Su piel soporta mucho más que la nuestra, sus cuerpos se coordinan mejor, son más rápidos para hacer las cosas, creen que ir a un centro comercial repleto es entretenido y que ir a un parque lleno de niños nos va gustar y nos lo vamos a pasar estupendamente.

Y esta es la gente que ha de velar por nuestro bienestar y hacernos sentir a salvo. Pero ¿Cómo? Pierden la paciencia y no le dan importancia a nuestras necesidades si no coinciden con las suyas o con las que creen que debemos tener. No nos ven, no nos escuchan. Tienen una imagen de lo que debe ser su hijo y nos intentan hacer encajar como sea. Nos diagnostican y pasamos a ser defectuosos, otra imagen es generada con las etiquetas que nos ponen los especialistas y los médicos. Y da igual gritar y desgañitarse porque somos invisibles, sólo esas imágenes existen para ellos... ¿Por qué creen que un tercero por más títulos que tenga va a saber más de lo que necesitamos que nosotros? ¿Por qué no podéis preguntarnos y escucharnos para conocer nuestras necesidades?

Crecemos con miedo, un miedo profundo, hondo e infinito porque no sabemos que cosa crucial para nosotros se os va a olvidar porque no le dais importancia, no sabemos que peregrina idea de educación se os va a ocurrir, porque no sabemos a cuantas torturas psicológicas nos van a someter en aras de la "adaptación".

¿Por qué no podéis superar esas imágenes que creáis y os tomáis el trabajo de conocernos? A nosotros, como personas.

La sociedad ya nos hace bastante daño, pero esa es su esencia, ¿no? La gente siempre se está haciendo daño. Hay competencia, codicia, avaricia, envidia... guerra. Esa es la "maravillosa" sociedad. ¿Eso es a lo que nos tenemos que adaptar?

¿Por qué? ¿A qué precio?

Nacemos en soledad y crecemos en frustración, sintiéndonos absolutamente impotentes frente a todos los adultos que nos dañan sin querer y a todos los niños que nos dañan porque es divertido. Sólo la edad adulta trae un poco de paz, o no, depende de la familia que nos ha tocado, depende del daño emocional con el que llegamos a esa edad.

Por eso la sociedad para quien la quiera, yo no. Creo que está profundamente enferma y que lo que tenemos que hacer no es adaptarnos sino ser, SER profundamente nosotros mismos y así, con suerte, será la sociedad la que aprenda a adaptarse a la gente honesta, directa y tranquila como nosotros.
Porque, seamos sinceros, ¿a dónde va esta sociedad encaminada ahora mismo?